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I Edición ‘Premios Museo Chicote’

He tenido el honor de recibir el Premio Chicote en el apartado de comunicación. Ha sido un galardón  de los que hacen especial  ilusión, primero por compartirlo con grandes profesionales y segundo por lo que admiró la figura de Don Pedro Chicote.

El Museo Chicote forma parte de una de las reliquias de nuestra historia que nunca deberían perderse. “Perico Chicote”, Don Pedro fue el maestro, el precursor del cóctel en Madrid, en un Madrid de 1931 lleno de sombras, una época convulsa. Un hombre que empezó a trabajar con ocho años repartiendo telegramas y tras su paso como ayudante de barman en el Hotel Ritz y en el Savoy abrió su propio local, El Museo Chicote en la Gran Vía de Madrid.

Mi amigo y admirado Lorenzo Díaz fue el encargado de otorgarme este galardón, doble honor ya que le considero mi maestro en este mundo de la gastronomía y porque es un grandísimo conocedor y apasionado de la historia de las tabernas, anécdotas y chascarrillos de las gentes y de los personajes que como Chicote  han hecho que nuestras vidas fueran más agradables. Lorenzo es una enciclopedia de cada rincón de Madrid, de sus secretos y de su pasado.

Lorenzo Díaz recordó  que Chicote representó la luz en el Madrid gris y abatido por la  posguerra, un trasgresor que instauró y puso de moda el cóctel en la capital, un personaje de leyenda, que montó un bar americano en el que se han gestado amoríos de película.

Un sitio golfo, canalla que nunca perdió su esencia. Chicote era capaz de reunir a comunistas y fascistas entorno a un cóctel. Escribió un libro desafiando la ley seca americana al que tituló  “La ley mojada, Mis 500 cocktails”. Afirmaba que todo cóctel debía de llevar angostura, era su pócima secreta y recolectaba recetas de todos los lugares.

Allí no se distinguían ideologías, el nexo de unión era el buen vivir, la vida en definitiva. En su sótano museo de botellas traídas de todas las partes del mundo se firmaban contratos, se gestaban alianzas en un ambiente de seducción, glamour y mucho alcohol.

Chicote era el punto de encuentro de Madrid, se convirtió en una embajada; políticos, actores de Hollywood, toreros, folklóricas, artistas de toda clase y condición acudían fascinados. Rainiero de Mónaco, la Princesa Soraya, Frank Sinatra, Ava Gardner, Rita Hayworth, Sofía Loren, Ernest Hemingway, José Ortega y Gasset, José Antonio Primo de Rivera, la Pasionaria… entre otros muchos personajes irrepetibles, que se reunían en esta coctelería de postín cosmopolita e innovadora para los tiempos que corrían. Entre sus paredes y espejos nacieron pasiones, amoríos prohibidos con puertas de salida secretas, donde la discreción era la marca de la casa. Lo que allí se vivía formaba parte de la rumorología, de los mentideros de la capital, historias increíbles que iban de boca en boca aumentando la leyenda.

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Los premiados con sus galardones

Los primeros Premios Chicote nacen con el objetivo de glosar y honrar a la figura de Don Pedro, y han galardonado las trayectorias del director de cine Álex de la Iglesia, Ana Rosa Quintana, José Ribagorda, el cantante Antonio Orozco, así como la campaña “Doce meses, doce causas” de Mediaset. Estos premios pretenden reconocer, cada año, el trabajo de cinco personas que se hayan significado en sus profesiones.

Retoman la pasión por premiar la calidad y el buen hacer, cualidades tan unidas a Don Pedro. Con la entrega de los galardones, diseñados por Gabriel Carrascal, el mítico Museo Chicote recupera su trayectoria, la que le vincula con el mundo del cine, el teatro y la artes en general

El periodista y escritor Màxim Huerta fue el encargado de entregar el premio a Ana Rosa Quintana por toda su trayectoria profesional. Ana Rosa contaba que en este Museo su equipo y ella “pasan grandes momentos y celebran las mejores cosas”.  Màxim Huerta afirmo que Chicote había tenido a Ava Gadner y él tuvo a Ana Rosa Quintana en un discurso desenfadado entre dos grandes compañeros de la comunicación.

El director de cine Álex de la Iglesia recibió el galardón de manos del actor Hugo Silva, y destacó que el Chicote es el sitio “demencial por excelencia” al que debe también parte de sus inicios, pues fue en una de sus mesas donde comenzó a escribir al llegar a Madrid, vivía en una pensión cercana y era su lugar de inspiración.

El cantante Antonio Orozco no pudo acudir a la entrega y fue la actriz María Esteve quien lo recibió en su nombre leyendo un mensaje que Orozco había enviado, en el que expresaba sentirse “honrado y orgulloso” por el reconocimiento.

La campaña ‘Doce Meses, doce causas’ de Mediaset, por su acción social, fue la quinta galardonada, la estatuilla la recogió Mirta Drago, responsable de la División de Comunicación y Relaciones Externas de Mediaset España, de manos de la actriz Nerea Barros.

Mirta Drago señaló que esta campaña, que nació hace quince años, es el “corazón de Mediaset España” y recibe mucho apoyo desde dentro y fuera de la empresa. Es la demostración de que desde las empresas puede existir una labor social tan importante como la que realiza ‘Doce Meses, doce causas’ y destacó el impacto de la última campaña sobre la trata de mujeres y el apoyo que ha recibido por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado.

La entrega de premios fue entrañable, divertida, un reencuentro de amigos, en un local lleno de alma, reducto de la bohemia, de líos pasionales, conspiraciones, de tertulias, tremendamente singular, que no pierde su autenticidad.

Don Pedro Chicote elevó el cóctel a la categoría de arte, lo trajo a un Madrid que subsistía a golpes de carajillos, sol y sombras y frascas de Valdepeñas.

Honrado y agradecido por este premio, deseo larga vida al Museo Chicote y a sus premios.

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