Antes uvas que cubas

Abadia Retuerta, sinónimo de vino

Bien dicen los propietarios de esta emblemática bodega, a un vino no lo hace grande una añada sino una trayectoria. Y eso, precisamente, legado, trayectoria y respeto a las tierras bañadas por el majestuoso Duero es lo que define a los vinos Abadía Retuerta que he podido conocer en profundidad de la mano de Enrique Valero, Director General de la bodega. Elegimos la Taberna García de la Navarra, porque Luis, el dueño y uno de los mejores sumilleres de España ha conseguido que éste establecimiento sea haya convertido en una auténtica referencia en el tratamiento de los vinos.

Enrique Valero, Director General Abadía Retuerta, Luis García de la Navarra y José Ribagorda

Con Enrique hablamos, sobre todo de terroir, porque esa es la filosofía que desprenden estos grandes vinos. Como un día me dijo el gran Mariano García, los vinos deben trasladar al paladar la esencia de la tierra en la que nacen. En Abadía Retuerta apuestan por la tierra, por los pagos, por los vinos que representan, atiendo a los seculares criterios de los viticultores franceses, al terreno y al clima que los alumbran.

Ilusionado Enrique nos dio a probar uno de los últimos proyectos, un clarete fresco y delicioso elaborado con tempranillo del 2016, que viene a reconocer y homenajear a la ancestral elaboración del vino en esta zona.

También un finísimo blanco, del 2012 con la sauvignon blanc como uva referencial, con una asombrosa capacidad para mejorar años en botella debido a la madera que ha velado por el perfecto ensamblaje de todos sus componentes. La maestría de Luis García de la Navarra, que nos recomendó que no lo tomáramos a una baja temperatura que siempre enmudece y uniformiza las sensaciones, nos permitió disfrutar del vino en plenitud. Por último, el clásico tempranillo  Pago Negralada de 2014, del que Enrique comentaba que les ha dado grandes momentos y del que esperan sorpresas gratificantes.

Ha obtenido premios internacionales así como los máximos reconocimientos en diversas publicaciones y en las más prestigiosas catas. Es un vino de largo recorrido con un gran potencial de envejecimiento. Un vino originario del pasado dispuesto a triunfar en el futuro, puso el colofón a un enriquecedor almuerzo con el vino como eje central de las sensaciones gustativas y de las palabras que se gestaron en torno a él.

Enrique nos habló mucho también de Le Domaine, un ambicioso proyecto hotelero que se ha convertido en un reclamo mundial para los amantes del vino. Me he comprometido en visitarlo pronto. Cuando tenga la experiencia, os la contaremos en delascosasdelcomer.com

 

 

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