Antes uvas que cubas

Juan Gil, primeras 100 vendimias en familia

Miguel y Ángel Gil Vera, cuarta generación de la familia y co-directores de Juan Gil Bodegas Familiares, anunciaron  la celebración del primer centenario de la bodega de origen del grupo familiar, fundada en Jumilla en 1916 por Juan Gil Jiménez.

La familia lanza Juan Gil 100 Aniversario, un vino exclusivo conmemorativo del centenario, que solo se comercializará para la cosecha 2013, que fue presentado por el enólogo de la bodega y coordinador técnico del grupo, Bartolomé Abellán.

Cuatro generaciones construyendo el sueño familiar bajo una misma filosofía

Las raíces: una pequeña bodega en Jumilla fundada en 1916

Las raíces del actual grupo se remontan a 1916, cuando Juan Gil Jiménez, trabajador de la piedra, dejó su oficio para realizar su sueño: tener una bodega en el centro de Jumilla cuyos primeros vinos se elaboraron con uvas procedentes de viñedos de suelos pedregosos y calizos, sometidos a un clima extremo. Esta bodega fue el germen del Grupo Juan Gil Bodegas Familiares y con ella empezó a construirse el sueño.

 Presentación Centenario Juan Gil

Presentación Centenario Juan Gil

A lo largo de un siglo y cuatro generaciones, la pasión por el vino se ha transmitido de padres a hijos y la filosofía del bisabuelo Juan Gil Jiménez sigue viva: “hacer un buen trabajo y llevar con orgullo el nombre de su marca”. Juan Gil Guerrero, hijo del fundador y su nieto Juan Gil González mejoraron la bodega aplicando los conocimientos tradicionales del oficio. Actualmente, la cuarta generación, con Miguel y Ángel Gil Vera al frente, ha impulsado su desarrollo consolidando un gran grupo bodeguero.

 En 2001, la cuarta generación reinventa la bodega

A finales de 2001, la cuarta generación realiza el primer gran salto estratégico. Miguel Gil Vera, con el apoyo de su hermano Ángel, define y aborda el relanzamiento de la bodega involucrando societariamente a los nueve hermanos. Miguel se hace cargo del proyecto, reinventa Bodegas Juan Gil y crea Bodegas El Nido. Pronto se le une Ángel.

Entre 2002 y 2005, logran triplicar la facturación y salir con notable éxito a mercados exteriores. En 2004 ya se venden en Estados Unidos más de 75.000 botellas del vino Juan Gil 12 meses de la añada 2002. La penetración en ese mercado avanza con fuerza y los esfuerzos dan sus resultados. Parker escribe sobre el Juan Gil 12 meses que es “un gran burdeos a mitad de precio”.

El Nido 2004 –cuya añada 2002 había alcanzado 96 puntos- alcanza lo inimaginable: 99 puntos Parker, algo que muy pocos vinos españoles habían conseguido hasta entonces. El Nido es resultado de la colaboración en 2001 entre la Familia Gil y Chris Ringland, uno de los mejores enólogos australianos, que sigue vinculado a la bodega. El Nido sería el primer vino de Jumilla, que figura en la historia como uno de los diez mejores vinos de España.

El lustro de la expansión

Entre 2004 y 2008 la estrategia comercial en mercados exteriores continúa imparable mientras en España se desarrolla una fuerte expansión, creando nuevas bodegas en otras denominaciones de origen. Son años de fuerte crecimiento y tras El Nido, primero llega Can Blau en 2004, en la denominación Montsant; luego Ateca en 2005, en Calatayud; en 2007 nace Atalaya en Almansa; en 2008 Tridente, en Zamora, y Shaya en Rueda.

Este gran esfuerzo de expansión en nuevas bodegas supone entre 2001 y 2008 una cifra global de inversión de 18,5 millones de euros más.

Juan Gil Bodegas Familiares sigue su crecimiento en 2013 con Lagar da Condesa, en Rías Baixas, y en 2014 se inicia la construcción de Morca, en Campo de Borja, que muy pronto comercializará nuevos vinos. El último proyecto en marcha es la construcción de una nueva bodega en El Priorato, que estará finalizada, previsiblemente, el próximo año.

En total, entre 2009 y 2015, el grupo bodeguero invirtió en su expansión 45 millones de euros.

Botella Centenario

Botella Centenario

Presente en 40 países

En los últimos cinco años, la cifra de exportación del grupo se ha duplicado. El 75% de su producción anual, 8,2 millones de botellas en 2015, va dirigido a mercados exteriores.

Un porfolio potente y una acertada base logística, permiten a Juan Gil Bodegas Familiares, estar presente en más de 40 países en todo el mundo. Además de Estados Unidos, que sin duda sigue encabezando su ranking exterior, exporta a Canadá, Suecia, Suiza, Alemania, Japón, Reino Unido, Rusia, Bélgica, China, Dinamarca, Corea del Sur, Ucrania, México, Republica Dominicana y Polonia. También a Francia, Australia, Brasil, Republica Checa, Serbia, Kazajistán, Singapur, Taiwán, Guatemala, Cuba, Perú… y otros países donde están presentes sus vinos.

El oficio, innovación y respeto a la tierra

Las bodegas se diseñan para operar como instalaciones sostenibles, de acuerdo a una filosofía  eficiencia energética y aprovechamiento de los recursos, que marcan la actividad a lo largo de todo el ciclo productivo y que responde a la necesidad de buscar siempre la excelencia en procesos y productos. Como ejemplo de esa eficiencia, Can Blau es una bodega sostenible y 100% autónoma energéticamente, un referente de autonomía energética y sostenibilidad medioambiental que se autoabastece con un sistema de energía solar apoyado por grupos electrógenos, que evita al año 66 toneladas de emisiones de CO2.

La ubicación de las bodegas junto a los viñedos facilita el seguimiento de la evolución de la uva. Dentro las bodegas albergan la más moderna tecnología vitivinícola, con un riguroso control de la temperatura de vinificación, depósitos de acero inoxidable y excelentes condiciones en todo el proceso, que garantizan la alta calidad por la que sus vinos han obtenido importantes reconocimientos nacionales e internacionales.

Y el sueño continúa

Juan Gil Bodegas Familiares prevé continuar su expansión con nuevos proyectos de bodegas en otras  denominaciones de origen, como Rioja o Jerez.

El Grupo ha buscado siempre zonas de especial personalidad donde desarrollar todo el potencial de variedades autóctonas de uva (cariñena, garnacha, garnacha tintorera, prieto picudo, mencía, tempranillo, verdejo, albariño…). Uvas, que son protagonistas de los vinos de las diferentes bodegas como la monastrell lo es en las bodegas de Jumilla. Vinos, con la fuerza y la armonía de lo autóctono.

En palabras de Miguel Gil Vera, “el objetivo es continuar otros cien años más con un proyecto de largo recorrido, que basa su éxito en estar en el mercado con vinos de la mejor calidad al mejor precio”.

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