Descubriendo las posibilidades de los descartes
En el taller culinario puesto en marcha por la Organización de Productores de Pesca de Marín (OPROMAR) han acercado al público un proyecto puesto en marcha desde hace un año. Se trata del proyecto Valdescar- Descartes.cero, con el objetivo de revalorizar especies que se pescan accidentalmente y que normalmente nunca se comercializaban. Es decir, descartes, nunca antes aprovechados por el desconocimiento del consumidor y por tanto el escaso valor económico que tienen.
Se trata, en definitiva, de conseguir que estas especies sean una nueva fuente de ingresos para los pescadores y una nueva línea de negocio para el sector. El proyecto incluye también el desarrollo de una marca que debe ser emblema de productos elaborados a partir de descartes.
Para acercar estos productos al consumidor, son tremendamente prácticos los talleres culinarios. En esta ocasión aprendí sobre la posibilidades de los descartes con Alfonso Díaz, un personaje multidisciplinar, ingeniero de oficio, gastrónomo de vocación, cocinero autodidacta, autor del libro “Los sabores azules de la Ría” y presentador del programa “El jardín azul” en Canal Cocina. Un conocedor de su tierra, de su producto y de las inmensas posibilidades de los descartes.
Alfonso ofreció un interesante taller utilizando el mince, una proteína marina que es el músculo picado del pescado, que puede servir de base o materia prima para multitud de elaboraciones de la industria. Desde palitos de pescado, varitas o delicias.
Durante el evento, Alfonso Díaz, elaboró un brunch marinero, con una empanada líquida de pescado blanco azul, una magdalena marina sin gluten y un dulce de merluza negra.
Posibilidades sin duda, para la promoción de los productos marinos procedentes de la pesca artesanal y sostenible en la costa gallega.
EL ASADO DE TIRA TUVO SU ORIGEN EN LA CIUDAD DE CAMPANA (BUENOS AIRES)
Un ingeniero apasionado por la historia asegura que el “asado de
tira”, símbolo argentino, se originó en la ciudad de Campana cuando
el The River Plate Fresh Meat Co., el primer frigorífico de
Sudamérica, se instalara en esa ciudad y que con la incorporación de
una sierra, se logró cortar los huesos de las reses. Hasta entonces, a
las reses se las faenaban a cuchillo.
De una charla entre amigos pueden surgir jugosas anécdotas, consejos
invalorables, negocios salvadores –e imposibles de concretar en la
mayoría de los casos– y proyectos o sueños compartidos que, de otro
modos, serían inalcanzables. Una sobremesa, quizás, puede ser también
el lugar propicio para intentar develar grandes incógnitas del ser
nacional, como puede ser, por ejemplo, cuál es el origen de uno de los
cortes de carne más tradicionales que nunca suele faltar en las
parrillas argentinas: la tira de asado.
Fue ese el tema que quedó rondando en la cabeza de Claudio Valerio, un
ingeniero mecánico y electrónico, actor e historiador vocacional que
luego de una charla informal con un amigo se decidió a investigar para
llegar a establecer que ese corte, tal y como se lo sirve actualmente,
tuvo su origen en Campana.
Este hecho, que se convertiría en hito culinario e histórico para el
Distrito, sucedió durante el siglo XIX con la instalación del
frigorífico The River Plate Fresh Meat Co. en el pueblo bonaerense que
crecía a orillas del Río Paraná de Las Palmas, en el actual territorio
de Campana. Entonces la historia comienza en el frigorífico que fue
fundado en 1882 y cerró en 1926 pero dio inicio al proceso de
industrialización en la zona.
Los principales compradores de la carne argentina eran los ingleses,
que preferían los cortes con más carne y menos hueso y grasa. Por eso,
el costillar entero era un corte de descarte en el frigorífico y, en
vez de tirarlo, lo consumían los empleados, acostumbrados a asar
porque muchos de ellos provenían del campo o el interior del país. «Se
asaba a la cruz con el cuero, el matambre y la falda, así se preparaba
desde el 1600. Los curas franciscanos, por ejemplo, se lo daban a los
obreros que trabajaban en la construcción de iglesias y así también lo
consumían los gauchos», explica Valerio, quien llegó a la conclusión
de que el cambio y el surgimiento de la tira de asado como se consume
actualmente –o tal vez con alguna ligera variación– se produjo con una
innovación tecnológica implementada en el frigorífico campanense: el
uso de la sierra para fraccionar mejor la res.
Según estima Valerio, es a partir de la incorporación de ese novedoso
elemento que se pudo comenzar a cortar el hueso ya que hasta el
momento los trabajadores sólo contaban con una cuchilla para faenar y
por más filo que tuviera era imposible poder atravesarlo. Entonces
desde ese momento pudo cortarse el costillar, separarle el cuero, el
matambre y la falda, y ahí queda el asado de tira.
La investigación le permitió al ingeniero conocer más sobre la
historia del Partido y algunos datos le resultaron sorprendentes: «Los
hermanos Luis y Eduardo Costa innovaron en la alimentación del ganado
para obtener una mejor carne. Además fueron ellos y Justa Lima de
Atucha quienes donaron lo necesario para que se realizase el primer
envío a Europa de carne vacuna en barcos con cámaras frigoríficas. Fue
la mayor matanza de animales», cuenta Valerio.
Claudio Valerio ahora ha publicado un libro (Asado de Tira, Clásico
Argento y Orgullo Campanense) en el que se puede leer y
profundizar los porqué lo han llevado a llegar a este descubrimiento,
como también lograr que su hallazgo tenga reconocimiento nacional, sin
que ello signifique lucimiento personal.
El autor, nos contó que ya está a la venta en librerías, pero también
es posible adquirirlo a través de mercado libre. “La tira de asado
nació aquí, en el primer frigorífico de Sudamérica, ya que a la hora
de fraccionar los ingleses sólo exportaban los cuartos traseros y
delanteros”. Así Claudio Valerio argumenta en este libro que el asado
de tira nació en la ciudad de Campana.
Luego de tanto “cocinarlo” se presentó en la 44° Feria del Libro el
libro “Asado de tira”. En el mismo, el Ing. Claudio Valerio estudió y
escribió los orígenes de este corte y lo fundamenta con datos del
porqué ocurrió en la ciudad de Campana.
“En el libro se trata el origen del asado de tira que ocurrió en
Campana. Mi teoría, y lo cuento en estas páginas, está asociado al
primer frigorífico de Sudamérica que se instaló en Campana”, arrancó
el escritor.
Además Claudio Valerio argumentó: “La tira de asado se fraccionó aquí
debido a que los ingleses sólo exportaban los cuartos traseros y
delanteros. Por ende, los costillares eran desechados. En su momento,
los guachos que trabajaban en los frigoríficos, muy inteligentes
ellos, aprovecharon ese corte y así se creó el asado de tira”,
concluyó adelantando algunas de sus investigaciones.
En su libro, Claudio Valerio permite leer y profundizar los porqué lo
han llevado a llegar a este descubrimiento que hace al patrimonio
cultural, como también lograr que su hallazgo tenga reconocimiento
nacional, sin que ello signifique lucimiento personal. Además, con la
presentación formal de su trabajo, se pretende institucionalizar la
“fiesta nacional del asado de tira”, para que pase a caracterizar al
Distrito de Campana.
El libro «ASADO DE TIRA» fué «Declarado de Interés Legislativo» por el
Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Campana, según
resolución N° 1985 del 8 de mayo de 2018.