Gastropepe

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Una tarde y una noche de dos orejas y un rabo

Ya es tradición, una bendita y espiritual tradición, que te reconforta con valores como los derivados de la amistad que siempre te reconcilian con el sentido ideal de ese sentimiento que debe ser el de vivir. Vivir con intensidad y con capacidad para disfrutar. Cada San Isidro, un grupo de amigos, todos buenos taurinos, en esta ocasión los enólogos Raúl Pérez y Álvaro Palacios y el arquitecto y humanista zamorano Paco Somoza, nos damos cita para da rienda suelta a la emoción una tarde de toros.

En esta ocasión elegimos el cartel de la Feria, el formado por Morante de la Puebla, El Juli y Sebastián Castella. La fortuna, esta vez, nos sonrió al permitirnos el azar disfrutar de una de las mejores faenas del francés Castella, que le valió la cuarta puerta grande de Las Ventas de su carrera y que le encumbra, una vez más, a lo más alto del escalafón.

Conozco hace tiempo a Sebastián. Además de un extraordinario torero, es una bellísima persona, con la que siempre da gusto departir con profundidad sobre el sentido de muchas cosas. Su personalidad y su toreo destilan trascendencia y verdad a raudales. Me alegré mucho por él porque tras unos años dubitativos vuelve por sus fueros…

Finalizado el festejo, que contó con la asistencia del Rey emérito, como hacemos siempre finalizamos el día en el sin par ‘Trifón del que ya os he hablado muchas veces. Trifón por San Isidro es un verdadero punto de encuentro de aficionados a los toros y a lo gastronómico.

Allí se nos unió el genial humorista Carlos Latre, otro gran taurino y aficionado a la buena mesa, por el que siempre he sentido una gran admiración. He conocido a muchos profesionales del humor que en su vida privada son la antítesis del personaje con el que son conocidos. No es el caso de Latre, una persona cercana, amable e increíblemente divertida que parece haber nacido para dar felicidad a quienes le rodean.

Y así entre cánticos flamencos y enormes dosis de humor y de risas fuimos dando cuenta de los sencillos y suculentos platos con los que Trifón fue adornando y dando sabor a una noche, de esas difíciles de olvidar…

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