Descubriendo la lombarda por Navidad
Tras un aperitivo tan copioso, aposté para la familiar cena de Nochebuena por un menú tan sencillo como auténtico y sabroso. Como entrantes unos deliciosos pimientos y unas no menos tiernas y jugosas habitas, y de plato principal la majestuosa pularda rellena de trufas acompañada de unas patatitas gallegas y del que para mí ha sido el verdadero descubrimiento de estas Navidades, la lombarda. Tirando del recetario verdaderamente madrileño, desde hace siglos, he llegado hasta esta verdadera delicia típicamente navideña, la lombarda, que da lustre y sabor acompañando a cualquier ave o asado de carne. A medida que vas ampliando tu conocimiento descubres un sinfín de sensaciones para el paladar.
Cuentan que esta col, se convirtió en el plato típico de las navidades madrileñas desde hace más de dos siglos, la denominaban “el pavo de la huerta”. Las historias indican que se importo de Francia y que la receta llegó de Carlota de Baviera, duquesa de Orleans, que en sus funerales dejó la receta como legado a los nobles.
Sea como fuera, yo la he preparado con una cebolla, ajos, un buen chorro de caldo de pollo y luego rehogada. Todo un hallazgo y además llena de propiedades nutricionales y anticancerígenas.
Con “De las cosas del comer” quiero que estéis al día de todas las actividades gastronómicas que llevo a cabo. También de que conozcáis cualquier noticia relacionada con la gastronomía que crea os pueda interesar.