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Jurucha, uno de los mejores lugares de tapas de Madrid

En el céntrico barrio de Salamanca de Madrid se encuentra en mi opinión uno de los bares en lo que se toman las mejores tapas y pinchos de la ciudad con diferencia. Es un referente en la capital y uno de esos lugares en el que los clientes pasan de generación en generación; de abuelos a hijos y a nietos. Familias enteras han disfrutado de las tapas y pinchos de este emblemático lugar. Los camareros no paran ni un segundo cuando llega la hora del aperitivo, aperitivo, que se convierte en almuerzo. Es un ir y venir de clientes continuo.

Os hablo de Jurucha, situado en la calle Ayala nº19, remonta sus orígenes a 1940, prácticamente terminada la Guerra Civil Española. Pero realmente empezó a ser el Jurucha de hoy en 1961, cuando el negocio fue adquirido por la familia Viesca. Más de 50 años lo avalan, todo un reto en el mundo de la hostelería en los tiempos que corren.

Me cuentan que empezó como un lugar de aperitivos de marisco y frituras y años más tarde comienza su consolidación como bar de tapas y pinchos. Ofrecen una carta de más de 60 canapés, que elaboran diariamente cuidando el producto, recurriendo al de temporada y la presentación. Su público fiel los devora y cuando se acaban, se acaban.

Hable con Alejandro uno de sus empleados, que lleva nada más y nada menos que 37 años detrás de la barra de este mítico lugar. Un hombre sencillo, amable, de esos que saben estar detrás de la barra, pendiente de cada detalle, que conoce cada historia, cada cliente y cada pincho de Jurucha. Me enseño el libro “50 años de tapas en Madrid”, que con motivo del 50 aniversario del local se ha escrito con las recetas de los cerca de 60 pinchos que aquí se ofrecen.

De los pinchos os destaco todos o casi todos, están impresionantes, especial mención a su tortilla de patatas, las croquetas de huevo y las empanadillas.

Alejandro me puso un pincho de penca de acelga rebozada que era una autentica exquisitez, mientras me contaba que lleva toda la vida marinando el salmón y que conoce mejor los entresijos de Jurucha, que los de su propia casa. Orgulloso de pertenecer a un lugar con solera, esa que da el tiempo y la calidad continuada. Un lugar que os recomiendo. Tiene un pequeño comedor y hasta una pequeña terraza. Pero si como yo, sois de barra, no encontraréis nada mejor en todo Madrid.

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