Antes uvas que cubas

De vendimia en Bodegas Riojanas

A los que sentimos devoción por el vino, nos encanta vivir la vendimia que estos días vive su momento de mayor intensidad. La eminente y pujante bodega “Bodegas Riojanas” nos ha dado a delascosasdelcomer.com la oportunidad de vivirla sobre el terreno.

Lo hemos hecho en uno de los viñedos que posee en las cercanías de la localidad riojana de Cenicero, en la Rioja Alta limítrofe ya con Álava. Un viñedo singularísimo, datado en 1901, donde desde siempre se ha cultivado una uva por la que siento especial devoción, la garnacha.

Me gusta la apuesta de esta bodega por preservar variedades de uvas con más de un siglo de antigüedad. Dice mucho de sus máximos responsables por su respeto a la tradición y al pasado vinícola de la zona en la que se ubican. El enólogo de la bodega, Emilio Sojo, tan sabio como humilde, me cuenta que el verano extremo que hemos vivido.

Las temperaturas inusualmente altas y la práctica ausencia de lluvias, han obligado a adelantar unos días la vendimia de todos los viñedos de la zona, donde se ubica el 70 por ciento de la producción de la bodega. Una vendimia que esperan concluir con la finalización del mes de Setiembre. Las viñas, me cuenta Emilio Sojo, con su extraordinaria capacidad de adaptación, van a permitir, y a pesar de los evidentes efectos del cambio climático que vivimos, que la calidad de la cosecha no se va a ver afectada. Los vinos tendrán un menor grado de acidez y algo más de graduación alcohólica, la producción puede ser algo menor, pero en líneas generales la cosecha del 2022 nos deparará los vinos elegantes, sutiles y perfectamente estructurados a los que la D.O .Rioja y en particular “Bodegas Riojanas” nos tiene acostumbrados.

Fue un disfrute ver la incesante llegada de los tractores cargados de uva a la bodega y comprobar cómo se inicia el proceso del despalillado, totalmente mecanizado, para llevar el mosto hasta las cubas para iniciar el proceso de fermentación que se prolongará durante algunos meses.

Sorprendente es comprobar el proceso de embotellado, etiquetado y embalaje de esta bodega que produce anualmente más de cuatro millones de botellas en sus dos bodegas de la Rioja Alta, también en Rías Baixas (Galicia), Toro (Zamora), Burgos (Ribera del Duero) y Rueda (Valladolid).

Una bodega que ya os enseñamos en otra ocasión que mantiene, escrupulosamente, la herencia y la tradición familiar y que ha sabido cimentar el futuro sobre las sólidas bases del pasado. Pronto os comentaremos detalles de su expansión que seguro serán de vuestro interés.

Tras degustar algunos de sus vinos en su luminosa vinoteca, ubicada en la bodega central de Cenicero, Don Luis, un entrañable trabajador de la bodega, nos deleitó, entre viñedos y acariciados por la brisa del Ebro, con unas patatas riojanas y unas chuletillas de lechal que sólo él sabe hacer al calor de la lumbre y las brasas.

Agradable comida en la  que los responsables de la bodega me comentaron los difíciles momentos que todos estamos pasando, también ellos por la subida de los costes de producción, y a pesar de lo cual los esfuerzos que están haciendo para no aumentar el precio de los vinos y que no repercuta en el bolsillo del consumidor.

A medida que vamos conociendo a las gentes de Bodegas Riojanas, crece la consideración por su labor y los afectos. Pronto os seguiremos contando ……

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