Antes uvas que cubas

4 Consejos de Bodegas Riojanas para elegir un buen vino en verano

Elegir un buen vino en verano

A continuación Bodegas Riojanas nos brinda 4 consejos sobre cómo elegir un vino en verano:

  1. Elegir vinos ligeros

A medida que llega el calor, el cuerpo siempre estará más proclive a aceptar bebidas y alimentos que tienen la temperatura opuesta a la del ambiente.

Motivo por el cual los vinos más frescos y ligeros son ideales para el verano. Es decir; vinos blancos, rosados, espumosos y tintos jóvenes se convertirán en nuestros grandes aliados durante el verano.

  1. Beber a bajas temperaturas de servicio

Los maridajes apuntan exactamente este tipo de elección: preparaciones frescas o frías acompañadas de vinos servidos a bajas temperaturas. El vino blanco, rosado o espumoso debería estar conservado en una cava o refrigeradora a BAJAS TEMPERATURAS.

Para mantener la temperatura durante todo el servicio, siempre deben traer un balde o cubitera con hielo a la mesa para mantenerla fresca en un ambiente caluroso.

  1. Elegir vinos con refrescante acidez

La acidez de los vinos blancos jóvenes es la columna vertebral, el alma de cada botella. Es lo que hará́ que podamos no sólo refrescarnos en verano, sino que además será́ el sostén del maridaje que elijamos.

¡Recuerda, un vino blanco sin acidez es un vino sin vida!

  1. Vinos con grado alcohólico medio o bajo

El contenido de alcohol debe mostrarse en la etiqueta delantera o trasera de cada vino que elijamos.

Elegimos vinos que no tengan mucha graduación alcohólica para no favorecer la deshidratación.

Tras estos cuatro consejos para elegir un vino en verano es la hora de decidir: blancos, rosados o tintos. Una elección nada fácil, pero toma nota, que nosotros te ayudamos a ello.

Vinos blancos y espumosos

Son los reyes del verano, y es que más allá de los gustos personales, existen argumentos de peso para decantarnos por vinos blancos o rosados para combatir el calor.

¿Por qué?

LA ACIDEZ.

Es precisamente una de sus características sensoriales más destacadas, un carácter que demanda una temperatura de servicio ligeramente menor.

LA TEMPERATURA.

Debemos tener especial cuidado con este aspecto. Si lo servimos por encima de la temperatura recomendada, el calor hará demasiado patente el alcohol. Mientras que si se sirve demasiado frío se puede romper el fino equilibrio entre aroma y acidez. Equilibrio en el que se basa la capacidad refrescante de estos vinos.

Suelen servirse a temperaturas frescas, entre 6 y 11 grados centígrados. Los vinos jóvenes y afrutados, y los espumosos, por su carácter ligero pueden llevarse al menor extremo de temperatura, mientras que los de mayor estructura y cuerpo deberán acarearse más a los 11 ºC de servicio.

Un ejemplo de este tipo de ideales que no pueden faltar en tu mesa durante el verano el verano es el Tempranillo Blanco Monte Real, un vino fresco con aromas a frutas tropicales como la piña y cítricos combinados con un fondo floral.

¡RECOMENDACIÓN!

Cuando la temperatura ambiente sea muy alta convendrá servir el vino uno o dos grados por debajo de estas temperaturas, puesto que se calentará rápidamente en la copa.

Los cavas o espumosos deberán servirse entre 5 y 6 grados, siempre metidos en una cubitera. Su contenido en carbónico hace que SOLO SEA POSIBLE CONSUMIRLOS A BAJA TEMPERATURA, lo que los convierte en ideales para verano.

Vinos rosados

El verano es la estación clave para estos vinos, que cautivan por su color y temperatura de servicio que le aporta carácter refrescante. Son ideales por su versatilidad, su poder de adaptarse desde platos ligados y ligeros hasta los sabores fuertes, incluyendo carnes de caza.

La temperatura ideal del servicio de los rosados más ligeros oscila entre los 4 y los 7 grados centígrados, mientras que los más potentes pueden llegar hasta los 10 ºC.

Bodegas Riojanas recomienda probar sus Viore, un D.O. Toro con un paso en boca especialmente fresco y equilibrado.

Vinos tintos

¿Son los vinos tintos menos ideales para el verano? La respuesta es NO, disfrutar de un buen tinto en verano y disfrutarlo a altas temperaturas en el ambiente solo pasa por una buena elección.

La clave cuando elegimos este tipo de vinos para el verano es tener en cuenta que sean de carácter LIGERO Y AFRUTADO, y alejarnos de los intensos y con roble.

Estos vinos tienden a ser BAJOS EN TANINOS, mientras que los vinos con un contenido más alto en taninos se vuelven más astringentes cuando se sirven fríos. Igualmente deberían caracterizarse por tener mayor acidez, lo que hace que el vino sepa fresco. Evitar los vinos con mucho roble, que convierten los vinos en más amargos cuando se sirven frescos.

De la misma forma, decántate por VINOS BAJOS EN ALCOHOL (ya que cuando hace calor un vino con un nivel de alto gradado en alcohol puede resultar pesado y algo denso).

Vinos frescos, llenos de fruta y acidez

Algunas variedades de uva son más apropiadas para el frío que otras: la GARNACHA, LA CARIÑENA, EL SUMOLL (la Pinot Noir del Penedés), EL TREPAT ( conca del Barberá) O LA GAMAY ( Beaujolais o Valle del Loira) son sólo algunos ejemplos.

Antes de experimentar con el congelador o la nevera, debemos tener en cuenta que no todos los vinos reaccionan de igual manera al frío, así que mejor prueba con una cubitera durante unos minutos.

El frío es una herramienta ideal que mantiene el alcohol (que no la sensación alcohólica) durante más tiempo, y ayuda a que los aromas y sabores puedan abrirse más lentamente que si sirviésemos el vino a temperatura ambiente en verano. Por lo que frescura y notas ácidas gozarán de mayor protagonismo.

El exceso de frío puede ser perjudicial para nuestro vino por muy versátil y joven que sea, y provocar que matices de aroma y sabor sean más sutiles o incluso desaparezcan. De la misma manera el frío no debe estar NUNCA HELADO, pues dependiendo del tinto con el que nos encontremos el frío puede derivar en un intenso amargor.

No esté una temperatura universal para todos los tintos, pero por lo general, entre 12 y 17 grados centígrados podremos saborear de tintos refrescantes. Pese a ello algunos tintos se pueden presentará temperaturas de servicio más bajas, como el joven tempranillo El Lago, un D.O.Ca. Rioja cuya temperatura ideal de servicio oscila entre los 8 y 12 ºC, que le dota de mayor capacidad refrescante.

Tinto de verano

Pese a no considerarse una categoría, la realidad apunta a que se presentan como un nuevo estilo de vinos que gana cada vez más adeptos, sobre todo cuando las temperaturas invitan a ello.

Se trata como su nombre indica de vinos tintos a base de uvas tintas, pero suelen tener cuerpo de blancos.

De la misma forma se presenta la sangría, otra bebida muy refrescante para el verano. Con una elaboración bastante similar a la del tinto de verano, su receta depende del gusto de quien la prepara. Se cree que sus orígenes son muy antiguos, de cuando se endulzaba el vino de mesa utilizando diferentes frutas (melocotón, manzana, pera, naranja o limón).

Después de todos estos consejos, ¿sigues pensando que el vino no es ideal para verano?

Más recomendaciones en el blog de Bodegas Riojanas.

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