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De tapas por Vitoria- Gasteiz

Conocer las ciudades de la mano de quienes saben de sus entresijos, adquiere una dimensión especial. He tenido el privilegio de pasear por la bella Vitoria de la mano de Rafael García Santos, el crítico entre los críticos, Charli Prieto, un político que milita en la gastronomía y Gonzalo Antón, propietario del mítico restaurante Zaldiarán, una de las personas más generosas que he conocido nunca.

Con ellos he recorrido una hermosa ciudad. Una ciudad profundamente cívica y estética que invita al paseo y por supuesto al tapeo. Os dejo algunas pistas:

Sagartoki

Una antigua sidrería reconvertida en un lugar divertido e informal donde Senén González y su equipo han sido nombrados en dos ocasiones como la mejor barra de España.

Senén González, reconocido autor de una de las mejores tortillas de que ya vende envasada en todo el mundo, apuesta por los sabores de siempre conjugándolos con una coctelería moderna de la mano de Raúl Fernández.  Aquí disfrute de un pincho que os recomiendo encarecidamente, el célebre huevo de Senén, cuyo intenso sabor te explota en la boca. 

Toloño

El cocinero Enrique Fuentes y su mujer, Carmen Bargaño,  fundaron el Toloño en 1995 y hoy es uno de los emblemas gastronómicos de Vitoria-Gasteiz. Su premiada barra de pintxos elaborados con el mejor producto de temporada, aúna tradición y modernidad, creatividad y pasión por las cosas bien hechas.

Todos son un espectáculo, me encantó el Irlandés de Perretxikos. Al lado de la impresionante plaza de la Virgen Blanca es un lugar de parada obligada.

 La escotilla

Un local  del restaurador vitoriano Josean Merino, una taberna marinera en el centro de la ciudad. Especializada en pescados y mariscos de toda España, lleva las lonjas a su barra, con propuestas innovadoras, llenas de sabor e imaginación. Os sorprenderá su barra, tan alejada del mar y tan marinera.

Podríamos haber conocido muchos más lugares, pero el tiempo apremiaba y había que regresar a Madrid. Gonzalo, Charli y Rafa, también Pablo Márquez que está desarrollando un interesante trabajo al frente de la escuela culinaria que la Fundación San Pablo CEU ha creado en Castellón, son una invitación permanente al gozo por lo gastronómico. Uno se siente verdaderamente afortunado de contar con personas así en este tránsito vital al que hay que dar el mayor sabor posible. Vosotros me entendéis…….

Tres lugares para no perderse, que me constatan una vez más que el patrimonio gastronómico de nuestro país es inconmensurable.

 

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