El Grupo Lezama sortea la pandemia

Sorteando la fatiga pandémica, profesional y personal, decidí reencontrarme, una vez más, con mis buenos amigos del Grupo Lezama, Don Luis Lezama, el impulsor de este honesto emporio hostelero y Joaquín Martínez, Consejero Delegado del Grupo y verdadero cerebro de su imparable expansión.

Don Luis Lezama, Joaquín Martínez, José Ribagorda y Loles Silva

La cita fue en uno de los establecimientos emblemáticos del Grupo, el “Café de Oriente”, donde brilla, además del excelente servicio que brindan los formados alumnos por las distintas plataformas educativas en materia de hostelería del Grupo, la cocina con reminiscencias francesas y de vanguardia de un impecable chef, Roberto Hierro.

Roberto Hierro y Joaquín Martínez

Café de Oriente

La paz que inspira uno de los lugares más privilegiados de la capital, propició un diálogo cordial, afectuoso y fluido sobre estos duros años que vivimos. Joaquín, a través de refinanciaciones con la lógica carga de endeudamiento, ha sido capaz de mantener los más de seiscientos puestos de trabajo del Grupo. Lo ha logrado pasando muchas horas de trabajo en su despacho, imagino que haciendo mil y una cábala, para que nadie se quedara sin empleo. Me cuenta emocionado que el apoyo de su mujer ha sido fundamental para pasar el rubicón en el que se convertía cada día. Joaquín, además de su bondad, atesora una enorme capacidad de gestión y un carácter emprendedor como pocos he conocido. No es de extrañar que el Grupo Lezama, con la inspiración social y religiosa fijada por el Padre Lezama para dar una oportunidad a jóvenes con problemas, haya sido capaz de erigirse como una de las ofertas gastronómicas más sólidas que tenemos en España y un verdadero adalid formativo a través de sus escuelas de hostelería, tanto presenciales como “on line”.

Escuelas por cierto que pronto se verán ampliadas con una nueva que se creará en Madrid al amparo de un nuevo hotel cinco estrellas que inaugurará este ejemplar Grupo que tanto está haciendo por la hostelería y el sector hotelero de nuestro país.

Al albor de la cálida conversación fueron desfilando las sugerente propuestas de Roberto, que pasaron por el clásico salmorejo, una sugerente combinación de setas y huevo, un suavísimo bacalao y unas sabrosísimas manitas deshuesadas.

Palacio de Oriente

Momentos de aquella placidez perdida que te reconcilian con ese futuro de normalidad que tanto anhelamos, ese momento en el que podamos recuperar nuestra esencia, nuestro ser.