Antes uvas que cubas

Faustino I Gran Reserva, el Rioja más vendido en el mundo estrena nueva imagen

Bodegas Faustino, con más de 160 de historia, se reconoce por el icónico retrato pintado por Rembrandt que desde los años 60 puso cara al vino Faustino I, causando una revolución en el mundo del vino. Fue Don Julio Faustino el creador de Faustino I Gran Reserva, quien decidió homenajear a su padre Faustino poniéndole el mismo nombre al vino que se convertiría en todo un icono mundial.

Con un packaging muy rompedor para la época, y que ha perdurado hasta hoy día, la cuarta generación renueva su etiqueta para realizar, una vez más, un homenaje a la familia, en esta ocasión, a Don Julio, toda una conmemoración a su legado. Un legado a un hombre que desde niño soñó con llegar alto y conseguir la bodega de sus sueños. Don Julio quería que el vino bueno lo pudiera beber y disfrutar todo el mundo y se negaba a subir precios para hacerlos accesibles.

Bodegas Faustino, perteneciente a la Familia Martínez Zabala, forma parte de uno de los grupos bodegueros más relevantes del panorama nacional, está presente en más de 140 países. Líder en Gran Reserva de la DOCa Rioja, ofrece los Riojas más selectos del mundo, vinos históricos y referentes de la DO como Faustino I y sus grandes añadas.

Faustino goza de un merecido prestigio internacional avalado año tras año por los premios internacionales más prestigiosos. Situada en Oyón (Álava), la bodega posee la mayor colección de añadas míticas de DOCa Rioja y cuenta con unas 750 hectáreas en la zona de Rioja Alavesa repartidas entre Laguardia y Oyón.

Esta nueva etiqueta de Faustino I se estrena con la añada 2010, una cosecha excelente y ya calificada a la altura de la histórica cosecha de 1964. Con un tiempo muy favorable durante el año, estado sanitario idóneo, sin apenas enfermedades en el viñedo, gran reserva de agua en el terreno gracias a las lluvias de 2009, un mes de septiembre seco con mañanas frescas, rendimientos muy moderados con respecto a los 20 años anteriores, vendimia muy profesional y eficiente: rápida, manual y ordenada, racimos de tamaño ideal, perfectos niveles de índice colorante, acidez media y buen potencial de contenido alcohólico. Todos los ingredientes de una añada histórica de Rioja.

“La añada 2010 fue un regalo del cielo, ¿por qué? Muy simple, no solo fue la añada perfecta en Rioja, sino que además tuvimos una ventaja sobre el resto de la DO, gracias a un mejor microclima en la zona de Oyón y Rioja Alavesa” afirma Juan José Díez, enólogo de Bodegas Faustino.

Respecto a la nueva imagen, Faustino I Gran Reserva sigue manteniendo el icónico diseño de la botella, destacando el tratamiento exterior que no permite el paso de la luz y el vino está en un ambiente protegido. Este acabado ha ido evolucionando con el tiempo y actualmente se realiza mediante un recubrimiento de resina, que, además, hace que la botella sea más resistente.

El etiquetado muestra el nuevo diseño: en el collarín, con forma de vitola que recuerda a la que se coloca en los puros y hace un guiño a los que solía fumar Don Julio.

En la etiqueta se hace un homenaje a Don Julio F. Martínez, donde se puede leer “Legado de Don Julio” junto al año de nacimiento y fallecimiento, además de una frase suya. La etiqueta muestra un rico trabajo de relieves y bajo relieves para darle un aspecto neoclásico, representando riqueza de forma sutil. El retrato con forma redonda sigue siendo el indiscutible protagonista, con un minucioso trabajo de estampación a modo de orla alrededor.

También, como novedad, el lanzamiento de Faustino I Gran Reserva en formato magnum, un hito histórico en la bodega y que pone en valor su amplia experiencia en la elaboración de grandes reservas.

La añada de lanzamiento es la 2011, calificada como Excelente por la DOCa Rioja. Un formato que respeta la esencia del vino más icónico de Faustino en el formato ideal para el afinado y conservación del vino en el tiempo y, como no, para compartir en la mejor compañía en todas las celebraciones.

Carmen y Lourdes Martínez Zabala

La historia de Faustino: ayer, hoy y futuro

Más de 160 años de historia, de saber hacer, de pasión por la vid y el mundo del vino respaldan a la Familia Martínez Zabala. A lo largo de su historia se han sentado las bases de la mentalidad y la vocación de la empresa, que actualmente dirige la cuarta generación, Carmen y Lourdes Martínez Zabala al frente. Una generación con más de 20 años de experiencia en la bodega y que mantiene este legado con valores como el respeto a la tierra y el medio ambiente, la mejora continua de los procesos y la búsqueda permanente de la excelencia, con la mirada siempre puesta en el futuro.

Uno de los valores fundamentales es el cuidado de sus viñedos, clave para elaborar vinos de alta calidad. Ser uno de los grupos bodegueros con mayor viñedo en propiedad les permite garantizar el mejor cuidado de la tierra y obtener los mejores frutos.

Gracias a una cuidada selección de la uva y una elaboración que conjuga tradición e innovación, Bodegas Faustino ofrece una de las más amplias y reconocidas gamas de vinos tintos, rosados, blancos y cavas; con una clara vocación exportadora y apreciados en más de 140 países.

Acerca de las bodegas de la Familia Martínez Zabala

La Familia Martínez Zabala, comenzó en el mundo del vino en 1861 La cuarta generación de la Familia Martínez Zabala está al mando de este legado de más de 160 años, Seis bodegas de prestigio, líder mundial en vinos de alta gama. Cuatro generaciones de una familia inspirada por los viñedos, ayer, hoy y siempre.

Actualmente comercializa las marcas de las bodegas Faustino, Portia, Campillo, Marqués de Vitoria, Valcarlos y Leganza. www.grupofaustino.es

La grata experiencia evocando excelentes añadas de Faustino me ha servido además para constatar,  con gran alegría, como Zalacaín, el mítico restaurante madrileño y primero en España que consiguió las tres estrellas Michelin mantiene intactas sus señas de identidad que no son otras que una pulcra y elegante cocina y un extraordinario servicio de sala.

El restaurante ha sido adquirido por el pujante grupo Urrechu, una sociedad formada por Manuel Marrón, Íñigo Urrechu, Antonio Menéndez  y Luis Manuel Marrón como director financiero.

Han acertado plenamente manteniendo al personal que hizo grande a este establecimiento de leyenda, en especial Jorge Lasa como Jefe de Cocina, formado con el cocinero que sentó las bases de todo, Benjamín Urdiaín, Roberto Jiménez como maître formado a su vez con los grandísimos jefes de sala José Jiménez Blas y Carmelo Pérez y Raúl Miguel en las labores de sumiller, discípulo aventajado de un personaje de leyenda como es Custodio Zamarra.

Hablamos de magníficos profesionales, con muchos años ya en Zalacaín,  que han asimilado a la perfección de sus maestros sus impagables enseñanzas.

Felizmente, la continuidad, preservar lo que Zalacaín siempre ha sido, está marcando el rumbo, del renovado y emblemático restaurante. En la carta figuran los platos de siempre como el Búcaro “Don Pio”, los excelentes raviolis rellenos de setas trufa y foie, el Bacalao Tellagorri el clásico Wellington de centro de solomillo, adereazado ahora de temporada con una deliciosas crema de granadas y salsa con pimientos o el Pichon de Bresse.

Una gran noticia, que Zalacaín haya vuelto por sus fueros. Un histórico  e imprescindible establecimiento, referente de una cocina y un servicio que alcanza la excelencia y que ha escrito algunas de las mejores páginas de la gastronomía nacional.

 

 

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