Recetas

Una receta veraniega ‘a la mallorquina’

  • Dificultad: Fácil

Productos de primera calidad vinculados a la tierra, a sus raíces y al mar. Comer en Palma es sinónimo de degustar su esencia gastronómica, basada en siglos de historia, autenticidad y sabores de origen con carácter propio. Un gran atractivo que cautiva a locales y visitantes que sitúa a la gastronomía palmesana en un mar de sofisticación y tradición de la mano de los mejores chefs del mundo.

Esencia mediterránea con estrella Michelin en Palma

Chefs como el británico Marc Fosh (en su establecimiento con estrella Michelin de Palma, el Restaurante Marc Fosh), elevan al máximo nivel la calidad culinaria de la capital balear con propuestas que invitan a volver a la ciudad para seguir disfrutando de sus delicias gastronómicas. Un cocinero que hace una oda a los productos y a la cocina local sin demasiados artificios dejando fluir los sabores por sí mismos. Para preparar sus menús se basa en la simple filosofía de que la comida sabe mejor cuando se elabora con ingredientes kilómetro 0 y de temporada -muchos de los cuales crecen en su propia granja-, comprendiendo y respetando la esencia de los ingredientes para hacer aún mejor su sabor al cocinarlo.

Sopa fría de almendras tiernas y aceite de oliva con sardinas marinadas y cerezas

LA RECETA DE VERANO MARC FOSH

Sopa fría de almendras tiernas y aceite de oliva con sardinas marinadas y cerezas

Ingredientes (para 6 personas):

12 filetes de sardinas (limpios y sin espinas),  200 ml de sal marina, 200 ml de azúcar, 200 ml de aceite de oliva y 12 cerezas frescas cortadas por la mitad.

Para la sopa fría de almendras:

250 g de almendras tiernas peladas, 2 dientes de ajo pelados, 800 ml de leche, 150 ml de agua, 150 ml de aceite de oliva, 2 cucharas de vinagre de Jerez, 50 g de pan blanco sin corteza, sal y pimienta.

 Elaboración:

Sopa fría de almendras:

Colocar las almendras, el pan blanco y los dientes de ajo en un cazo. Cubrirlos con la leche y el agua y cocerlos por un espacio de 30-40 minutos a fuego lento. Triturar las almendras con el agua y la leche. Cuando esté bien triturado montar con el aceite de oliva y sazonar con el vinagre, la sal y la pimienta. A continuación añadir la leche necesaria para que quede con una textura cremosa y que la sopa resultante esté más líquida. Pasar por un colador chino fino y enfriarlo bien en el frigorífico.

Sardinas marinadas:

Mezclar bien la sal y el azúcar. Limpiar las sardinas y quitarles cabeza, vísceras y espinas. Colocar las sardinas en un recipiente y cubrirlas con la sal y el azúcar. Dejar marinar en el frigorífico durante 2 horas. Lavarlas bien en agua fría, cortarlas por la mitad colocarlas en un recipiente con el aceite de oliva en el frigorífico.

Acabado y presentación

Cubrir la base del plato con la sopa fría de almendras y colocar trozos de sardina cortados sobre la base del ajo blanco. Añadir las cerezas cortadas y acompañar con unas gotas de aceite de oliva para terminar.

Productos kilómetro 0 ‘marca Palma’ que harán brillar cualquier plato  

Aceite de oliva

Palma dispone de una Denominación de Origen con uno de sus productos estrella: el aceite. Una variedad exclusiva: la empeltre o mallorquina, que procede de unos olivos con “mayoría de edad” de la época de los fenicios y griegos, aporta la suavidad y el sabor a almendra característico de la zona. Otras variedades como la picual o la arbequina también crecen en esta tierra mediterránea con unas condiciones meteorológicas que dan a este oro líquido mallorquín un aroma y sabor únicos para acompañar las mejores creaciones en los restaurantes de Palma.

Almendras

Durante los meses de invierno, los alrededores de Palma se transforman en un mar de almendros. Se trata de otro de los productos de la zona con Indicación Geográfica Protegida. Una variedad que encabeza el ranking de calidad a nivel mundial y que cuenta con atributos propios, como un mayor dulzor en el sabor y una textura más oleosa. Crudas, tostadas, con o sin piel, forman parte de la tradición gastronómica palmesana desde hace siglos. Además, son la fuente de sabor y color de un sinfín de platos de la gastronomía local con los que deleitarse, como las famosas tortas de turrón, el tradicional helado de almendra, el gató (tarta de almendras) y los amargos, así como también constituyen la base de muchas salsas.

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