Libros

La cocina sostenible

Este no es un libro de recetas. Ni tampoco es un libro para aprovechar lo que nos sobra en la nevera o para consumir más responsablemente. Es ambas cosas pero también algo más. Ada Parellada, cocinera catalana de éxito y reconocida activista en la lucha contra el despilfarro alimenticio, se ha fijado el objetivo de aportar ideas para reducirlo, tanto en la restauración colectiva como en cada uno de nuestros hogares. Este libro está lleno de ideas para reducir el despilfarro en casa, de métodos para gestionar mejor nuestra cocina y nuestra nevera, con detalles muy prácticos, ayudándonos a planificar tanto la compra como los menús de cada día y lo que es especialmente importante: a recuperar los sabores de siempre. La primera parte del libro es una denuncia del despilfarro global de alimentos y un glosario de ideas para evitarlo. La segunda parte la dedica a crear “los fondos de nevera”, es decir, esos imprescindibles que no deben faltar para que un momento podamos preparar platos sabrosos en la mesa y optimicemos el tiempo en la cocina. La última parte es un recetario de menús por estaciones, con productos de temporada y procurando que en su conjunto nos permitan seguir una alimentación no solo saludable sino llena de sabor.

La cocina sostenible de Ada Parellada

 El despilfarro de alimentos

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su informe sobre la huella del desperdicio de alimentos, en el mundo se tira a la basura una tercera parte de los alimentos producidos. El despilfarro de alimentos es un problema global que afecta a toda la cadena alimentaria, pero sobrecoge saber que el 58% lo tiramos directamente nosotros, en casa. Ada Parellada nos muestra de una forma clara, precisa y contundente, este problema real que proviene en parte de la falta de valor que damos a los alimentos. Despilfarran tanto los países pobres como los ricos, aunque sea por distintas causas y si no nos ponemos todos en marcha iremos a un problema todavía mayor. Entre las soluciones planteadas están el reaprovechamiento, la adaptación de la producción de alimentos a la demanda y también la adaptación del precio de los alimentos a su coste real para que los valoremos más. Pero hay mucho que hacer también a nivel particular. Cada uno puede aportar su granito de arena.

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