¿Qué se cuece?

La Guerra de las Bravas

Parece claro que para reivindicar lo nuestro sólo hay que criticar nuestra gastronomía. El mundo de la croqueta cuenta con la frase “Como las de mi madre ningunas…” una afirmación puede llegar a provocar hasta divorcios.

Nuestras recetas son intocables. Ya lo sufrió Jamie Oliver cuando colgó una foto de su versión de la paella española con chorizo. Hace unos días el periodista británico Ian Dunt – redactor jefe de Politics.co.uk – ha iniciado una guerra gastropolítica.

Patatas bravas

Patatas bravas

Comenzó con un tuit que publicaba en su cuenta el pasado domingo relacionado con los los últimos acontecimientos sobre el Brexit y Gibraltar,en el que escribió: “Ahora que vamos a la guerra contra España, hablemos de comidas sobrevaloradas”.

Y  fue directo, nada más y nada menos que a nuestras – muy nuestras- patatas bravas. Dunt afirmó que simplemente son “patatas chip con ketchup”.

Una  afirmación que ha llegado alma de nuestras tradiciones culinarias. El aluvión de críticas ha sido y es impresionante.

Yo no voy a contestarle porque considero que en su ignorancia sobre nuestras patatas bravas lleva su penitencia. Pero tal y como han hecho cocineros como Alberto Chicote,  me gustaría recomendarle algunos lugares donde podrá descubrir la autentica esencia de las bravas. Algunas con salsas tan secretas y guardadas como los documentos políticos sobre el Brexit y Gibraltar .

Le sugiero a este compañero periodista que visite entre otros muchos lugares, el bar Docamar  (C/ Alcalá, 337, 28027 Madrid 913 67 83 17) para dotar a su paladar de conocimiento y con ello, ampliar su cultura gastronómica. Un establecimiento de barrio, de esos muy españoles, donde el tapeo es un ritual y donde se solucionan todos los problemas personales, profesionales y hasta politicos con una caña y una de bravas.

Las bravas de Javier Aparicio en Cachivache

Las bravas de Javier Aparicio en Cachivache

Puede ir también a Cachivache (Serrano, 221, Madrid, Teléfono: 91 752 41 76) donde Javier Aparicio recupera la receta tradicional y en su carta ofrece la auténtica receta de las patatas bravas madrileñas, elaboradas con ajo y pimentón ahumado de la Vera. Podría indicarle muchos más, pero entiendo que andará el hombre con poco tiempo tras la que ha liado.

Querido Ian Dunt,   hasta las Naciones Unidas (ONU) en un recopilatorio mundial de 200 recetas de patatas publicado en 2008 incluyó a las patatas bravas como un plato típicamente español. Las patatas bravas son un aperitivo mundialmente conocido y respetado en todo el órbe planetario.

Es la tapa que más se pide en las barras de nuestros bares y restaurantes. Una una tapa muy castiza que combina a la perfección con vino, vermú y caña.

De origen incierto, algunos creen que fueron patentadas por la Casa Pellico de la calle Toledo otros dicen que se empezaron a servir en la Casona. Las patatas bravas son todo un icono madrileño y español que fascina a autóctonos y visitantes y en las que te aseguro que el tomate ketchup  brilla por su ausencia, entre otras porque en los tiempos del origen de esta receta ni existía.

 

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