Receta de pollo: Alitas en mi salsa barbacoa

• Cocina: 1:30 minutos
• Cocina: 1 hora
• Raciones: 6 raciones
• Dificultad: Fácil

Esta es una receta que cuando vienen niños a casa nunca falla. De esas que cuando pones la bandeja en la mesa todo el mundo dice que has preparado demasiada comida y a los pocos minutos no queda nada.

Os hablo de las alitas de pollo en salsa barbacoa casera.

La salsa barbacoa es uno de esos secretos gastronómicos que se guardan con auténtico recelo. Forma parte del clásico recetario americano, donde se usa para aumentar el sabor de costillas y pollo. Cada restaurante tiene su secreto y hasta a los empleados se les obliga a firmar un contrato de confidencialidad.

En un principio esta salsa se basaba en añadir vinagre y pimienta sobre las piezas, pero poco a poco y dependiendo de los lugares se inlcuía mostaza o ketchup. Aquí os dejo mi receta casera, una interpretación de la clásica salsa barbacoa:

Ingredientes:

½ Kilo de alitas de pollo

2 Cebollas

4 Dientes de Ajo

Aceite de oliva

4 Cucharadas soperas de ketchup

3 Cucharadas soperas de mostaza

4 Cucharadas soperas de salsa de soja

3 Cucharadas de salsa inglesa

2 Cucharadas soperas de miel

1 Cucharada sopera de tomate frito

Sal y pimienta

Elaboración:

En una sartén con aceite de oliva pochamos la cebolla y los ajos. Cuando están listos retiramos del fuego y añadimos los ingredientes de nuestra salsa: ketchup, mostaza, soja, salsa inglesa, miel y tomate frito. Vamos dando vueltas y probando, dependiendo de sí os gusta más picante  más avinagrada o más dulce. Añadimos sal y pimienta.

Si os gusta que quede homogénea la pasáis por la batidora, en casa prefieren encontrar los trozos de cebolla y ajo.

Con un pincel pintamos las alitas con la salsa y las metemos en el horno a 180 grados unos 50 minutos. Me gusta que queden crujientes. En mitad del horneado os recomiendo darle la vuelta a las alitas para que se hagan bien por todas partes. En un cazo caliento el resto de la salsa, que podéis poner en una salsera o añadirla a la bandeja de las alitas.

Y siguiendo la tradición americana os recomiendo un gran babero y gran cantidad de servilletas, porque esta es una receta de esas que se terminan comiendo con las manos e incluso mojando pan.