Restaurantes

La Primera, un restaurante que dignifica la Gran Vía madrileña

Me tengo que retrotraer a mi época de estudiante de periodismo para hablaros de este emblemático local ubicado en el número 1 de la mítica Gran Vía madrileña. Años de juventud, en los que el espíritu de rebeldía propio de la edad te llevaba a abrazar causas imposibles como la saharaui. Me asalta el recuerdo de José Luis Castillo Puche, aquél bohemio profesor que dedicaba las horas lectivas a halarnos de su amistad y sus vivencias con Ernest Hemingway. Me siguen asaltando los recuerdos y pienso en mi querido amigo Juanjo Ibáñez, desgraciadamente devorado por las sombras que se instalan en la mente, con el que compartí pupitre universitario y una vida entera y al que entre otras muchas cosas le debo haber conocido el antiguo Sicilia Molinero. Os hablo de un salón de té abierto en 1917 y que se mantuvo abierto hasta principios de los 90. Allí, durante más de cincuenta años con absoluta entrega, fidelidad y dedicación a sus jefes trabajó como Jefe de Sala uno de los seres humanos más excepcionales que he conocido nunca, D. Juan Ramirez. Era hermano de la madre de Juanjo, por lo que todos le conocíamos como el Tío Juanito. Nunca, ni en el ámbito profesional o privado le vi vestido de otra manera, que no fuera con su impoluto traje negro, su camisa almidonada blanca y su sempiterna corbata negra. Hombre de otra época, persona íntegra y de valores intachables, su vida es todo un dechado de buenas maneras. Fue un hermano ejemplar, un padre que ni sacado del mejor manual y un profesional de los que ya difícilmente se encuentran.

El recuerdo al entrañable Tio Juanito, me ha venido a la cabeza muchos años después, al volver al mismo escenario. Aquel viejo salón de té, donde también se servían desayunos, comidas, cenas y hasta baile con orquesta, ubicado en uno de los más singulares espacios de Madrid (en la primera planta del simpar Edificio Metrópoli) se ha reconvertido en un deslumbrante espacio, La Primera, el cuarto de los establecimientos, tras Cañadio, La Maruca, y La Bien Aparecida que abre en Madrid el cántabro Paco Quirós.

Os hablo de un restaurador con un excepcional olfato para atisbar tendencias, modas y gustos y con una muy poco habitual capacidad para forjar equipos que se involucran en el proyecto. El chef ejecutivo del grupo Jesús Alonso o el Jefe de Sala, Jesús Slem (el mejor heredero que podía tener el Tio Juanito como le dije a él mismo), son un claro ejemplo de ello.

En todos y cada uno de los establecimientos de Paco Quiros prima la calidad. Su máxima es la excelencia que alcanza siempre con el producto. Un producto que llega a la mesa, plenamente reconocible y pleno de sabor. Sin falsedades, sin adulteraciones.

Todo rezuma autenticidad. A las magníficas rabas, santo y seña del grupo y que ya de por si justifican la visita, en La Primera encontramos un compendio de lo mejor que podemos encontrar en todos y cada uno de los establecimientos del grupo. Me entusiasmaron las croquetas de lacón y huevo que sirven en La Bien Aparecida. Pero lo mismo podría decir de la tarta de queso, seña de identidad de Cañadío. Pero en La Primera hay mucho más. El arroz seco con verduras y setas es antológico. Y lo mismo podría decir de la menestra o de la merluza de pincho que probé.

Sabéis que en De Las Cosas del Comer huimos de la crítica. Únicamente os recomendamos aquellos lugares que estimamos que valen realmente la pena. La Primera es, indudablemente, uno de ellos.

Lástima no poder contar ya con el Tío Juanito. La de historias que me podría contar de tan emblemático lugar degustando cualquier de los sabrosos platos que salen de esa sinfónica cocina de La Primera. Desde arriba, el bueno de Juanito se estará relamiendo.

Restaurante La Primera

Gran Vía, 1

2803 Madrid

Teléfono: 910 520620

www.restaurantelaprimera.com

Precio medio: 40 euros

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