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Tu ensalada para llevar *En un tarro

Esta exquisita reinvención de la ensalada es, a la vez, estética, sabrosa, nutritiva y práctica, y además se puede preparar con antelación y conservar de un día para otro en la nevera.

Este libro contiene 45 recetas para preparar tus propias ensaladas: de arroz, de pollo y mango, de ternera a la tailandesa, de quinoa y frutas del bosque, de patata y tofu ahumado, de salmón y cítricos… Incluye también recetas de postres para llevar en un tarro.

Cómo preparar y disfrutar tu ensalada en tarro

Deliciosas, prácticas y originales, las ensaladas en tarro nos llegan directamente de los Estados Unidos. Esta forma de presentar y conservar la ensalada va más allá de ser sólo práctica.

Las ensaladas pueden prepararse en todo tipo de tarros; da preferencia a los altos para que se distingan bien las diferentes capas. La regla para el montaje es sencilla:

  • Empieza por la salsa y, a continuación, los alimentos más pesados. Puedes elegir una salsa líquida del tipo vinagreta u otra más espesa como la de yogur, por ejemplo.
  • Agrega los ingredientes, uno tras otro, intentando que queden lo más pegados posible a las paredes del tarro.
  • Comienza por el de más peso y terminar por la lechuga, sin apretar demasiado.
  • Seca bien las frutas y hortalizas empleadas para que no quede demasiado líquido en el tarro. Del mismo modo puedes preparar deliciosas ensaladas, con productos de temporada, siguiendo siempre estos principios.

La mayoría de tarros de ensalada se puede preparar la noche anterior. Las que llevan productos menos perecederos puedes prepararlas con uno o dos días de antelación con toda tranquilidad. Cuidado con las recetas con pescado crudo: es preferible añadirlo en el último momento.

Aprovecha los tarros, más ecológicos y estéticos, para preparar y transportar tus ensaladas. Nada te impide llevarlas cuando te inviten a cenar: a los anfitriones seguro que les encanta su lado sorprendente y delicado.

Las recetas están calculadas para 4 personas (es decir, tarros de 2 litros), pero puedes utilizar tarros más pequeños para ensaladas individuales, que se convertirán así en la fiambrera perfecta (echa la ensalada en un cuenco antes de consumirla), o para postres.

 

 

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