De pintxos de Bilbao a San Sebastián

El colosal concierto que el “Boss” dio en San Sebastián, el pasado 17 de Mayo fue una perfecta oportunidad para volver a acercarme a una tierra que siempre me proporcionó un inmenso placer visitarla por la calidad de sus gentes, su paisaje y su  descomunal gastronomía.

Museo Guggenheim

Bilbao siempre me proporciona la posibilidad  de admirar y reconocer la gigantesca transformación arquitectónica que ha vivido en las últimas décadas, con el Guggenheim por bandera. Me gusta acercarme a su casco a  «potear» como un bilbaíno más. Me gusta ir de taberna en taberna hablando con la gente y curioseando sobre tradiciones y gustos que se mantienen.

Con los propietarios del Rotterdam

Una vez más recale en el Rotterdam, donde siempre me dejo aconsejar por Javi, Ana y Arantza. Ellos saben de mi gusto por la cuchara y nunca fallan a la hora de sugerirme sus platos más clásicos o aquellos otros sustentados en el producto de temporada.

Y de Bilbao a San Sebastián, para mi una de las ciudades más bellas del mundo, sino la que más. Podría decir que ha sido un dulce reencuentro con una ciudad en la que llegué a sentirme incomodo muchos años por la situación política que se vivía. Me satisface encontrarla libre de la lacra de la violencia. Me percate de ello en la sonrisa franca de muchas personas que nos acogen a los de fuera con la tradicional hospitalidad del vasco.

Como en el caso de Bilbao, no pude evitar acercarme a la esencia de la ciudad, su casco viejo, donde perviven muchos lugares que han sido, son y serán referencias del “pintxo” donostiarra. Entre ellas “La Cepa”, que ha sido siempre una de mis barras preferidas.

También quise conocer el nuevo Bokado, sobre el Acuarium de la familia Santamaría, que permite disfrutar junto a un buen rosado Navarro o un Txacolí guipuzcoano de las mejores vistas de la ciudad.

El País Vasco es un lugar que invita a vivir…..