XXIII Concurso Nacional de Cortadores de Jamón

El Concurso de Cortadores de Jamón, patrocinado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura, ha proclamado como cada año al mejor maestro cortador del país. En este vigesimotercero certamen ha sido elegido el madrileño Gabriel Heredia, tras una reñida competición entre los seis finalistas, que previamente habían sido seleccionados en base a sus currículos profesionales y los vídeos de actividad presentados, como evaluaciones previas.

XXIII Concurso Nacional de Cortadores de Jamón

Los concursantes disponían de una hora y media para laminar un jamón Dehesa de Extremadura, de aproximadamente 7 kilos y 800 gramos cada uno. El jurado ha elegido al campeón de acuerdo a una serie de parámetros como el estilo del cortador, el grosor y tamaño de las lonchas, la presentación de las raciones, el rendimiento de la pieza y su creatividad en la manipulación y presentación.

El jurado ha declarado que el certamen ha sido extraordinariamente equilibrado y reñido, pues todos los concursantes realizaron cortes y presentaciones muy precisas. Heredia se ha alzado finalmente con el primer puesto en la votación del jurado que, además del reconocimiento testimonial y el prestigio que otorga, conlleva un premio de 1.000 euros en metálico. El primer accésit ha sido para José Antonio Martín, el segundo accésit para José Manuel Iniesta y fueron reconocidos con diploma de finalistas Carlos Sánchez, Purificación Garabaya y Laidislao Rodríguez.

El jurado estuvo formado por Elena Diéguez Gabayo, vicepresidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura; Sara Cucala, propietaria de la librería A Punto; Alfonso Vega, de Sodexo (Ciudad financiera del Banco Santander), Elena Arzak, del restaurante Arzak, de San Sebastián; Nicasio Durán, crítico gastronómico y Rosa Rivas, periodista del diario El País.

El jamón de bellota es una de las joyas de nuestra gastronomía. Un producto único de aprecio universal que requiere de esenciales, como son las de proceder de la raza de cerdo ibérico y criarse en un ecosistema concreto, la dehesa, bosque claro cuyas bellotas de roble, encina y alcornoque proporcionan la grasa vegetal que configura la esencia, presencia y gusto del jamón ibérico de crianza. El consejo regulador Dehesa de Extremadura efectúa controles exhaustivos que velan para que se cumplan todos estos requisitos y el jamón procedente de su raza, crianza y secaderos exprese la calidad que lo convierte en el primer emblema gastronómico de España.