La carne de conejo, una opción económica y saludable para estas navidades

Llega la Navidad y todos sabemos lo que eso significa: largas y distendidas comilonas en las que no falta prácticamente ni un solo producto de la pirámide alimenticia. El problema se da cuando invertimos esa figura geométrica y tomamos en mayor cantidad aquellos comestibles más calóricos y que poco nos aportan desde el ámbito nutricional, o cuando los ofrecemos en la mesa con el cocinado menos apropiado para nuestra salud.

Por ello es importante apostar en estas fechas señaladas por alimentos que combinen a la perfección tres aspectos: que estén muy ricos, sean saludables y vistan estupendamente nuestras comidas navideñas. Como la carne de conejo, que es ideal para incluir en una dieta equilibrada, completa y sana, ya que es magra, una fuente de proteínas de alto valor biológico y tiene un alto contenido en fósforo, selenio, potasio y vitaminas del grupo B (B12, B6 y B3).También es un producto muy digestivo debido a su bajo contenido en colágeno, por lo que nos puede venir fenomenal para compensar los excesos puntuales que hagamos.

La carne de conejo, es ideal para incluir en una dieta equilibrada, completa y sana

Además, el conejo es un alimento de lo más versátil, porque se puede preparar y cocinar de muchas maneras diferentes: en salsa, al ajillo, a la plancha, al horno, con verduras, patatas o frutos secos, en tajine, etc. Y es ligero. De hecho, sus preparaciones culinarias suelen incorporar especias y hierbas aromáticas, por lo que se puede prescindir de la sal (que ya sabemos lo que engorda) en su preparación.

Se trata de una carne blanca muy sabrosa y económica que siempre ha tenido un lugar muy especial en nuestra cocina mediterránea y que, aunque ya no se consume tanto como décadas atrás, debemos rescatar y valorar como se merece. Nuestra salud y nuestro paladar nos lo agradecerán.