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Navidades a la europea: gastronomía y tradición

Pavo, cordero, embutidos ibéricos, pescados, mariscos y el tradicional turrón. En cuanto oímos hablar de estos manjares, algo suena en nuestras cabezas: ¡llegó la Navidad! Pero si nos hablan de Bigos, Lebkuchen o Glühwein, nuestro imaginario lo tiene más complicado y, sin embargo, también hablamos de las fiestas navideñas, eso sí de las de más allá de nuestras fronteras. La Nevera Roja,ha realizado un recorrido por los menús más tradicionales de las navidades de algunos países europeos que destacan por tener las tradiciones más curiosas del continente.

España es un país en el que conviven multitud de nacionalidades, está situada como segundo en la lista de países de la UE en relación al número de habitantes de nacionalidad extranjera, y cada vez son más los que en estas fechas ya demandan diferentes tipos de platos que, en ocasiones son difíciles de encontrar. Para abastecer las mesas en estas fechas, sin importar el lugar de origen.

Navidades a la europea: gastronomía y tradición

Navidades a la europea: gastronomía y tradición

 

Tradiciones culinarias y costumbres populares, protagonistas de la Navidad europea

Durante estas fechas solemos oír hablar de la magia de la Navidad y son precisamente los personajes mágicos que forman parte de las tradiciones de las diferentes culturas los que hacen que estas fechas sean especiales. Muchos de ellos hacen realidad los sueños de los más pequeños aunque, en ocasiones, se convierten en sus peores pesadillas. Un ejemplo de esto es la Befana, una bruja buena encargada de llevar los regalos a todos los niños de Italia en Navidad, cuando todas la esperan con ansia mientras comen un suculento trozo del famoso panettone italiano, un bizcocho con frutas secas típico de estas fechas.

Pero no todos son tan amables como esta bruja del folclore italiano. El Krampus, una criatura de apariencia demoníaca, tiene como trabajo principal asustar a los niños alemanes y austríacos que no tengan un buen comportamiento durante la temporada de Navidad.

Los padres celebran esta ocasión sirviendo carpa frita y colgando un pepinillo en el árbol de Navidad, que luego tendrán que buscar los pequeños. El que lo encuentre, tendrá un regalo especial.

Todos aquellos niños que no se porten adecuadamente en Holanda tendrán que vérselas con Pedro el negro o Pedrito. Acompaña a San Nicolás mientras reparte regalos, pero tiene la misión de meter en un saco a todos aquellos que hayan cometido trastadas durante el año. Un personaje de la misma naturaleza, Le Pére Fouettard, o el Hombre del Saco, es el protagonista de la Navidad en Francia. La recompensa para todos aquellos que sí han tenido un buen comportamiento es un buen trozo de una tarta típica de chocolate y con forma de tronco llamada bouche Noel.

Los licores tradicionales y los dulces, elegidos para dar la bienvenida a las fiestas

Suecia, Alemania, Austria, Francia y Holanda reciben la temporada navideña con los tradicionales mercadillos, que se convierten en la mejor exposición de la gastronomía tradicional de estos países. Dulces como la Sachetorte (trata de chocolate y albaricoque) de Austria, las alemanas Lebkuchen (galletas de jengibre) y el Stollen (pan con frutas secas) hacen las delicias de todos los que salen a las calles a celebrar.

Además, en los países alpinos no puede faltar el mítico Glühwein o vino caliente, con el que se acompañan todos estos dulces bocados y se combaten las bajas temperaturas características de la Navidad. Pero no son los únicos en recibir las fiestas acompañados de algún licor o bebida tradicional. En Irlanda, por ejemplo, es costumbre dejar una cerveza negra la noche de Nochebuena para Papá Noel, en lugar del típico vasito de leche caliente.
Los húngaros saben que ha llegado la navidad cuando en sus calles comienzan a encontrar las ventas por kilo de Szaloncukor, unos caramelos que utilizan para decorar los árboles de Navidad. Además, son típicas las galletas de jengibre, que decoran con figuras y colores navideños.

Navidades a la europea: gastronomía y tradición

Navidades a la europea: gastronomía y tradición

En fin de año triunfan los rituales para atraer la buena suerte

La Navidad trae consigo multitud de rituales realizados para atraer la buena suerte en unos días en los que se despide el año en curso y se da la bienvenida a un nuevo año que entra. En República Checa, por ejemplo, en Nochebuena, las mujeres solteras realizan todo un ceremonial para saber si se casarán o no. Se colocan de espaldas a una puerta, arrojan un zapato sobre su hombro y, si el tacón cae cerca de la salida principal de la casa, significa que seguirán solteras; si cae frente a la puerta, el matrimonio está asegurado.

Los eslovacos también aprovechan estas fechas para adivinar qué se aproxima en los próximos meses y cómo serán las cosechas venideras. Para saberlo, arrojan al techo una masa elaborada a base de pan y semillas de amapola y, mientras más tarde en caer al suelo, mejor será la calidad de los productos de sus siembras

En otros países europeos como Polonia se recibe el año nuevo con 12 platos, que representan a cada uno de los meses del año. Los más típicos son la sopa de remolacha conocida como Barszcz, los Usczka (empanadillas de setas), los Bigos (un revuelto de repollo con bacon y pasas), arenques fritos y tarta de semillas de amapola. Y, como no, en España, contamos con las 12 uvas de la suerte con las que solo nos queda dejar atrás lo negativo y comenzar un nuevo año cargado de prosperidad.

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